Autora:

Regina Giraldo. Psicóloga. Terapeuta de pareja. PhD en Bienestar Social. Directora Fundaterapia

El Covid-19 nos ha puesto a prueba. De repente nos tenemos que confinar, y sin saber por cuanto tiempo nos separamos de los seres queridos, no volvemos a ver a los amigos y perdemos nuestra libertad.  Es una situación extraña, y ante esto las personas reaccionan diferente.  Sin embargo hay sentimientos y emociones, que la mayoría de las personas las presentan. Entonces nos preguntamos ¿Qué es natural y qué no?

Es natural la ansiedad por estar encerrados, sentir miedo a enfermarnos, o sentir miedo al desempleo o a la quiebra si tenemos negocios o emprendimientos. Así mismo, es natural estar ansiosos por lo impredecible de la situación, sentir tristeza por los que sufren o por la perdida de vidas, alcanzando a deprimirnos temporalmente si fallece un familiar o algún amigo. También es natural que en el hogar se presenten situaciones estresantes con los hijos o con la pareja, y que nos enfademos. No obstante, lo natural se convierte en peligroso en relaciones de pareja donde hay o ha habido maltrato, y en parejas con conflicto previo.

En todo el mundo los índices de violencia en la familia aumentaron con el confinamiento. En el caso de Colombia, a mediados de abril hubo un 103% de incremento de llamadas a las autoridades pidiendo orientación o ayuda, y en Bogotá, aumentaron en 79% las denuncias por violencia intrafamiliar.

Para comprender este fenómeno del maltrato en la pareja, debemos diferenciarlo entre dos tipos, según la gravedad y cronicidad,.[1]

  • El maltrato controlador/coactivo o terrorismo intimo, un patrón relacional violento estable dentro de la pareja, que se mantiene o incluso aumenta de gravedad tras la ruptura de la relación.
  • El maltrato situacional, un patrón de conducta violenta episódica o reactiva, asociada a la gestión de situaciones de crisis en la pareja. Su incidencia y riesgo suelen disminuir tras la ruptura.

En la cuarentena ante una situación -habitualmente ya denunciada- de maltrato de tipo controlador/coactivo, en cuanto se asome la mínima señal de que pueda presentarse un episodio, quien lo perciba (víctima, familiar o amigo), debe buscar ayuda inmediatamente, porque con el confinamiento al haber una sobre-exposición 24 horas con el agresor, el riesgo de violencia grave o incluso de muerte es muy alto. Por tanto, y haciendo un símil con el COVID19, quien lo sufre debe estar en UCI (protegida/o) y quien lo ejerce también en UCI (judicializado). Igual que el coronavirus no es incurable, pero debe recibir atención especializada urgente, por un grupo de especialistas de la salud mental en directa colaboración con la justicia.

De otra parte encontramos el maltrato situacional, y en este dos modalidades.  La primera el maltrato asociado a los conflictos de pareja, y la segunda asociada a la gestión de la ruptura de la relación. Con el confinamiento el mayor riesgo de maltrato situacional, está en parejas con conflicto latente, o previo a la cuarentena.

No obstante, la magnitud del episodio así como la gravedad de las consecuencias en la víctima, podría ser menor. En parejas con maltrato situacional la ayuda psicoterapéutica es indispensable, para ayudarlos a superar sus conflictos de relación y acabar con cualquier posibilidad de maltrato, o para apoyarlos en una buena separación.

El fenómeno del maltrato en el contexto de una relación intima o sentimental, lo visibilizó hace mas de 30 años la Psicóloga Estadounidense Leonor Walker, quien a partir de investigaciones con miles de mujeres planteó el circulo del maltrato, y propuso el síndrome de la mujer maltratada, basada en la teoría de la indefensión aprendida que había sido formulada por Martin Seligman en la Universidad de Cornell en los años 70, a partir de experimentos con perros.

Esta teoría del Dr. Seligman, aplicada a los seres humanos es una condición psicológica en la que una persona aprende a creer que está indefensa, que no tiene ningún control sobre la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil.  ¿El resultado? La persona permanece pasiva frente a una situación dolorosa o dañina, incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar estas circunstancias. La importancia de la teoría de la indefensión aprendida, en la comprensión del maltrato a la mujer está en entender que lo aprendido se puede desaprender.

¿Cómo prevenir el maltrato situacional en la cuarentena?

Sabiendo que este tipo de maltrato como ya se dijo, es episódico y reactivo, y está asociado a los conflictos de pareja, o a la gestión de la ruptura; durante el confinamiento lo recomendable sería no tomar decisiones definitivas como divorciarse. En cambio lo mejor será actuar proactivamente, promoviendo actividades compartidas, y realizando acciones de autocuidado de manera tal, que el maltrato sea menos viable y por tanto menos posible que ocurra.

Actividades compartidas

  • Buscar actividades divertidas con ejercicio guiado por YouTube. Por ejemplo baile con tutoriales, aeróbicos, zumba, etc.
  • Proponer juegos de mesa para realizar en familia:  Monopoli, damas chinas, parques o parchis, scrabble, cartas, etc.; agregándole si se quiere, retos asociados a lavar loza, arreglar la casa o cocinar.
  • Realizar cursos online cortos y conjuntos, de actividades productivas que les permita pasar la cuarentena de forma agradable, y con aprendizajes que puedan ser usados en la practica dentro del hogar en el presente: Cursos de cocina, plomería, carpintería, pintura de paredes, etc. Se trata de escoger actividades que no pongan estrés a la relación, sino que por el contrario faciliten la comunicación y fomenten bienestar a ambos.

Acciones de Autocuidado

  • Debemos cuidarnos del maltrato sin delirios de persecución. Es fundamental usar la intuición al tiempo que la razón, para no caer en excesos de imaginación, ni en defecto de realidad respecto del riesgo del maltrato.
  • Perfeccionar los perfiles de redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn, etc. Esto ayuda además de ocupar el tiempo, a mantenernos en contacto con el afuera con todos nuestros contactos.
  • Mantener lazos afectivos con familia de origen y amigos: Llamarlos, enviar mensajes de texto o WhatsApp, y hacer video llamadas o video conferencias conectando con personas que han sido cercanas, pero que están lejos o hace tiempo no vemos.
  • Hacer cursos online gratuitos, prepararnos mas o mejor en algo que nos guste, esto nos dará autonomía.
  • Escribir una carta para mi yo futuro donde me vea exitosa/o y feliz.
  • Escribir un diario de lo que siento y pienso en el confinamiento con visión de éxito autónomo. Es decir que, aunque reciba ayuda sea por mi propio medio y mérito que logro metas personales y familiares. Por ejemplo conseguir un nuevo empleo, o por qué no decidir divorciarme.

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[1] Johnson, M., P. (2008). A typology of domestic violence: Intimate terrorism, violent resistance, and situational couple violence. Northeastern University Press: Boston.